Detalle de la noticia

La balanza comercial dió superávit en julio, pero sumó malas señales
Noticias / Prensa

Javier Blanco

La balanza comercial registró en julio un superávit de 270 millones de dólares, pero mostró fuertes bajas en el volumen comercializado, ya que tanto importaciones como exportaciones cayeron a un promedio interanual de dos dígitos.

Según reportó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el mes pasado se hicieron exportaciones por 4960 millones de dólares (monto 10,9% inferior al vendido en julio de 2015) e importaciones por 4690 millones de dólares, 17,3% menores a las de un año atrás. El saldo de la balanza fue un superávit de US$ 270 millones, mientras que en julio del año pasado se había registrado un déficit de US$ 102 millones.


La caída en montos obedeció tanto a los menores envíos en volumen como a la caída de precios de los bienes comercializados. Por caso, en las ventas al exterior lo que primó fue un descenso de 8,8% en las cantidades remitidas, con una caída del 2,3% en los precios.

Más notas para entender este tema
La actividad cayó 4,3% en junio y esperan otro mal trimestre
Pero lo más inquietante es que hubo menores exportaciones de Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) y Manufacturas de Origen Industrial (MOI), mientras que se acrecentaron los despachos de productos primarios, es decir, los que llevan menor valor agregado local.


Estos datos podrían estar señalando un renovado proceso de "primarización" y algunos analistas lo relacionan con la estela que la mayor demanda de China por productos primarios deja sobre la estructura exportadora local, en la medida en que no surgió aquí una capacidad productora para aprovechar el giro a la sofisticación que encara ese mercado. Por lo pronto, en julio hubo mayores envíos de "cereales (+9%), hortalizas y legumbres (+119%) y minerales metalíferos (+51%), mientras disminuyeron 7% las exportaciones de poroto de soja", apuntó la consultora Abeceb al analizar los resultados.

En cuanto a las manufacturas, hubo un retroceso del 20,3% en las agropecuarias (muy ligado a la contracción que mostraron los envíos de los derivados de la soja, pese a mejorar 2% sus precios) y otro del 11,9% en las industriales, que ya acumulan 25 meses de caída consecutiva, aunque desaceleran su retroceso respecto de años anteriores.


Del lado de las importaciones, por el contrario, la caída estuvo mayormente vinculada con la baja del 11,8% en los precios y bastante menos con las cantidades (-6,3%), que "descendieron para todos los usos económicos, reseñó el Indec en un comunicado.

La retracción del 17,3% en las compras externas fue la más pronunciada desde febrero de 2015 (cuando trepó al 28%) y dejó también datos inquietantes: por caso, se mantienen en términos relativos las importaciones de bienes de consumo, pero caen las de piezas y bienes de capital (-28,9%) e intermedios (-23,4%), lo que habla a las claras de la actualidad recesiva de la economía.

La balanza acumula un superávit de US$ 754 millones en lo que va del año, que contrasta con el déficit de US$ 585 millones que se registraba a esta altura de 2015. Las exportaciones suman US$ 32.700 millones, contra importaciones por 31.945 millones.

Fuente: La Nación.com